El poder del dinero


Desde hace un tiempo hemos asistido al nacimiento de nuevos gigantes del fútbol gracias a las fuertes inyecciones económicas de sus dueños. No es un tema nuevo pues ya desde los años 80 y 90 del siglo pasado grandes familias y empresas financiaban los grandes equipos del calcio. En esos tiempos la liga italiana parecía un all star mundial e incluso los equipos pequeños tenían sus cracks de renombre internacional. La nueva era empezó con la llegada de el magnate ruso Roman Abramovic al Chelsea y ahora el foco se ha puesto en la Ligue 1 con el PSG y el Mónaco.

El equipo del principado ha vuelto esta temporada a la máxima categoría del futbol francés gracias al dinero de Dmitry Rybolovlev y al buen hacer del técnico Claudio Ranieri. Sin competición europea de la que preocuparse, se espera que los monegascos luchen por los dos títulos locales. De momento el reforzadísimo PSG lidera la tabla pero los rojiblancos les siguen de cerca. Por su lado, los dos Olympiques van a intentar apoderarse de las plazas de Champions League y frustrar los objetivos del Mónaco.

La plantilla del equipo del principado parece solo superada en Francia por el gigante PSG. El resto de los equipos tienen peores titulares y menos calidad en el banquillo. Analizando línea por línea nos encontramos con un equipo más que competente para competir en Francia pero escaso para una Liga de Campeones muy exigente. Además, y como puede certificar el Manchester City, el dinero no garantiza el éxito en Europa. La experiencia y el saber competir es un factor clave, y quizás es por eso que la mayoría de los fichajes del Mónaco han sido jugadores con experiencia europea.

Bajo los palos del Stade Louis II hay tres candidatos para la titularidad. Roma, Subasic y el argentino Romero pelean por un puesto que generalmente se adjudica el croata. Romero, de momento titular con Argentina, necesita minutos para llegar al Mundial en forma. Flavio Roma a sus 39 años se conforma con seguir siendo útil a un equipo con el que ha vivido muchas cosas.

En defensa hay una mezcla de veteranos y jóvenes promesas, pensando en que los primeros enseñen sus trucos a los segundos. Abidal, Carvalho, Raggi y Wolf acumulan muchos años, 129, pero copan la mitad de la defensa titular. Raggi es el encargado de dar descanso a los defensas, mientras que Abidal y Carvalho son los centrales titulares. En los laterales los jóvenes Fabinho y Kurzawa se han hecho con los puestos y cumplen bastante bien.

En la línea de medios hay calidad y seguramente sea la línea más potente del equipo. Nombres como Toulalan, Moutinho y James Rodríguez son habituales de Champions League, y los Ocampos y Ferreira-Carrasco tienen calidad a raudales. Aún así, el marroquí Obbadi disfruta de muchos minutos, dejando claro que para Ranieri primero son los hombres y después los nombres. El colombiano James puede dar fe de ello pues ha sido suplente habitual en los inicios de temporada.

Arriba del todo hay el que probablemente sea el mejor delantero centro del mundo, el colombiano Radamel Falcao. Poco se entendió este fichaje pero “el tigre” lo está dando todo como siempre ha hecho. Sus acompañantes son los jóvenes Germain, Martial y Rivière. Este último es el que más juega y empezó sorprendiendo con una excelente racha goleadora.



El entrenador italiano combina el clásico 4-4-2 con el 4-2-3-1 en función del rival y de la disponibilidad de sus jugadores. El equipo se ha mostrado duro y competitivo pero ha sufrido algún tropiezo que puede pagar caro si el PSG no se distrae. Si por el contrario los capitalinos avanzan en Champions pueden padecer desconexiones competitivas en el torneo local. Si esto pasa los monegascos estarán al acecho. Llevan muchos años de travesía por el desierto y están ansiosos por volver a levantar títulos.