No todos pueden completar el duro camino al estrellato


Lo más bonito de ver torneos de categorías inferiores es poder descubrir talentos en ciernes que te enamoren sin servirse de su nombre. El fútbol entre chavales es más puro, es más fútbol. No hay cabida para todo el ruido extradeportivo que acompaña la competición al más alto nivel. Bueno, al menos así debería ser. En partidos de fútbol-7 hemos visto despuntar a gente como Bojan Krkic, Ander Herrera o los polémicos hermanos Obama del Atlético de Madrid, Federico y Salomón. El protagonista de hoy sufrió el mismo mal trago que esa pareja mágica y determinante que forman los dos chicos de Guinea Ecuatorial de los colchoneros, las dudas sobre su edad real.

El hispano-senegalés Mamadou Sylla destacó y mucho en uno de estos torneos de chiquillos. Su físico más desarrollado que otros niños de su edad le sirvió para golear con facilidad a sus rivales. Estos mismos rivales fueron quienes, llevados por la envidia, empezaron a esparcir dudas sobre la edad del chico. Años después ya ha quedado fuera de toda duda si realmente Mamadou nació en 1994 o no. A sus 20 años ya no aparenta más edad pero tampoco domina como lo hacía antes.

Su trayectoria en el Barcelona llegó a su fin en el juvenil B después de no pasar los habituales cortes que hay en la Masía. La competencia es durísima y no cabe todo el mundo. Encontró una segunda oportunidad en el juvenil A del Mataró donde rindió a gran nivel, marcando en todos los encuentros que disputó. Su buen trabajo hizo que el Espanyol se fijara en él para su cantera. Lo contrató para el Juvenil A y Mamadou respondió con buenos goles, como por ejemplo los dos que marcó al juvenil del Barcelona para ganar por 2-1 en su particular vendetta. Actualmente forma parte del filial blanquiazul que juega en Segunda División B. El joven delantero ha conseguido 5 goles en 32 partidos en su primera temporada en el filial pero su mejor baza ha sido la buena impresión que dejó en Javier Aguirre, entrenador del primer equipo.


En palabras de sus técnicos Mamadou es un chico rápido y potente, con un buen regate gracias a su velocidad y gran olfato de gol. A sus 20 años puede ser una opción para la punta de ataque del Espanyol, equipo que deberá vender a sus principales activos por culpa de su maltrecha situación económica. El delantero del filial fue muy seguido por grandes equipos europeos mientras estaba en el Barcelona. Tiene calidad y puede que tenga su oportunidad la temporada que viene. Veremos si recupera el nivel que apuntaba de chico y se convierte en un delantero de referencia en el fútbol continental.