Corea del Sur, intensidad y transiciones relámpago para ganar
Corea del Sur tiene el
honor de ser la única selección asiática que se coló en unas semifinales. Fue
en el Mundial que organizaban conjuntamente con Japón y que terminó en cuarta
posición. Sus otras participaciones se saldaron siempre con eliminaciones en
primera fase excepto en 2010, donde cayeron en octavos ante Uruguay. Esta será
la octava cita mundialista consecutiva para los coreanos, record histórico en
Asia, y cuentan con una selección joven pero con experiencia internacional para
hacer un buen papel.
El grupo que le ha caído
en gracia a la selección del tigre blanco es bastante parejo. Rusia, Argelia y
Bélgica no son superpotencias futbolísticas aunque los belgas apuntan muy
buenas maneras para este torneo. El conjunto dirigido por Myung-Bo Hong, el
histórico defensa de las 136 internacionalidades y 16 partidos en Mundiales,
está capacitado para puntuar ante cualquiera de sus rivales. Superar al rival de
octavos ya es otra historia.
¿Cómo llega?
La fase de clasificación
asiática consta de dos fases de grupos. En la primera Corea del Sur ganó su
grupo ante Kuwait, Líbano y los Emiratos Árabes. El Líbano se lo volvió a
encontrar en segunda fase junto a Irán, Uzbekistán y Qatar. Una derrota por la
mínima en un trágico partido ante Irán la dejó segunda y casi la manda a la
repesca en lugar de Uzbekistán. Corea disparó 10 veces a portería pero solo en
una ocasión bien dirigido. Irán solo disparó una vez pero le bastó para
conseguir el 0-1 y llevarse la primera posición.
Desde la llegada de Myung-Bo
Hong al banquillo Corea ha perdido 6 partidos, ha ganado 5 y a empatado otros
3. La parte buena es que sus derrotas han sido todas ante selecciones
mundialistas como Brasil, Estados Unidos o México, además de ganar a
selecciones como Suiza, Costa Rica o Grecia. Lo malo es que perdió ante Rusia
con quien comparte grupo. La falta de gol y la irregularidad han acompañado a
Corea en su viaje hacía Brasil, factores que penalizan mucho en este tipo de
competición.
El equipo
Corea es un equipo muy
intenso y veloz, sobre todo en su rapidísima transición defensa-ataque. Su otro
rasgo característico, y es un mal compartido también por Japón, es la falta de
contundencia en ambas áreas. Esta selección es muy blanda defendiendo,
especialmente en marcaje zonal, y no aprovecha las ocasiones que genera. El
esquema utilizado por Myung-Bo Hong es un 4-2-3-1 con unos extremos muy rápidos
e incisivos, mediocentros incansables y un mediapunta que debe ser capaz de
juntarse con los medios en fase defensiva.
El guardameta titular es
Sung-Ryong Jung. Los centrales son Young-Gwon Kim y Jeong-Ho Hong mientras Yong
Lee ocupa el lateral diestro y Jin-Su Kim el zurdo. Los mediocentros han sido
un quebradero de cabeza para el seleccionador pero lo escogidos deberían ser
Sung-Yong Ki y Jong-Woo Park. La mediapunta tampoco tiene dueño y opositan
Bo-Kyung Kim, Ja-Cheol Koo e incluso el delantero Keun-Ho Lee. Los extremos sí
que están definidos con Heung-Min Son en la izquierda y Chung-Yong Lee en la
derecha. Arriba Shin-Wook Kim parece la mejor opción entre las barajadas por el
seleccionador.
El muro
De entre los integrantes
del sistema defensivo de Corea del Sur quizás la pieza más interesante del
engranaje sea Young-Gwon Kim. El joven defensor dejó con 19 años la Universidad
Jeonju para dar el salto a la liga japonesa de la mano del F.C. Tokyo. Apenas
un año después pasó al más modesto Omiya Ardija y en año y medio l ofichó el
Guangzhou Evergrande chino por dos millones de euros. Es zurdo, va bien de
cabeza gracias a su 1’84 y puede jugar también de lateral o de pivote
defensivo.
La estrella
No es la autentica estrella
del equipo ya que este rol lo ocupa Heung-Min Son pero si Corea quiere hacer
grandes cosas en la Copa del Mundo necesita que Sung-Yong Ki asuma los galones
de líder. En Escocia era un auténtico fenómeno, uno de los líderes de un Celtic
que jugaba muy bien. En el Swansea no terminó de encajar y perdió protagonismo
al final de temporada y Laudrup lo mandó al Sunderland, donde intenta recuperar
sensaciones y salvar al equipo del descenso. Ha recuperado el olfato de gol y
es titular en la manija de un equipo de Premier League, argumentos que deben
servirle para imponer su experiencia, su físico y sus centímetros en el mediocampo
de Corea.
El gol
En un equipo faltado de
gol como éste el olfato de Heung-Min Son es clave. Su brillante temporada en
Alemania con el Bayer Leverkusen y la anterior con el Hamburgo lo han puesto en
el escaparate. No tardará en volver a cambiar de club y esta vez con destino a
uno de los grandes. Es un segunda punta móvil, muy rápido y que le pega bien
con ambas piernas. Con un 1’83 de altura tiene buen físico para competir en
Europa y a sus 21 años acumula ya 100 partidos en la Bundesliga y una treintena
de goles. Por cierto, también puede jugar de delantero centro o pegado a banda
izquierda. Un crack en ciernes que ya es una realidad.
Posible
convocatoria
Porteros:
Sung-Ryong Jung (Suwon Bluewings), Seung-Gyu Kim (Ulsan Hyundai) y Jin-Hyeon
Kim (Cerezo Osaka).
Defensas: Young-Gwon
Kim (Guangzhou Evergrande), Jeon-Ho Hong (Augsburg), Jin-Su Kim (Albirex
Niigata), Yong Lee (Ulsan Hyundai), Joo-Ho Park (Mainz), Tae-Hwan Kim
(Seongnam), Min-Soo Kang (Ulsan Hyundai) y Ki-Hee Kim (Jeonbuk Hyundai).
Medios:
Sung-Yong Ki (Sunderland), Jung-Woo Park (Guangzhou RF), Kook-Young Han
(Kashiwa Reysol), Dae-Sung Ha (Beijing Guoan), Ja-Cheol Koo (Mainz), Bo-Kyung
Kim (Cardiff) y Chung-Yong Lee (Bolton).
Delanteros:
Heung-Min Son (Bayer Leverkusen), Shin-Wook Kim (Ulsan Hyundai), Keun-Ho Lee
(Sangju Sanmu Phoenix), Dong-Won Ji (Augsburg) y Chu-Young Park (Arsenal).